Desde hace decenas de años se le enseña a los niños el veneno de la patria,
crecer con la apropiación que somos de una nación, ella nos pertenece y
nosotros a ella, ese ente invisible remarcado en tricolor a través de las
tierras, los ríos, las montañas y el mar, un amor irracional por unos centímetros
de territorio que al cabo ni siquiera es nuestro, y que si a la propia tierra
se le da la gana, nos escupe o sacude con un solo movimiento, el patriotismo es
tan irracional o peor que el de la fe, que guarda esperanza en lo invisible,
pero esta se aferra a la teta de una madre que no es madre, como la pachamama
que tampoco lo es.
A los hombres se les olvida que todos nacimos iguales, sin religión, sin
etnia, y también sin nacionalidad, menos sin región, departamento ciudad
o equipo de futbol, la única patria es la madre, y esto de haber nacido acá fue
una rifa, así como pudimos nacer argentinos, uruguayos o franceses, pero no,
nacimos aquí, y no por eso hay que sentirse orgullosos y con el pecho henchido
de amores, pues ningún merito tiene ser de esta u otra tierra, que si esta
fuera devastada por un volcán gigante, seriamos entonces griegos o romanos, los
únicos imberbes que aun coleccionan su pasado son los judíos que se pelean aun
por un pedazo de tierra estéril y sobrepoblada llamada Israel, así la llaman
ellos, otros palestina, miren hasta donde llega el nacionalismo, que lleva
a dos personas casi idénticas a matarse por una tierra donde cagar es lo único beneficio.
"¿No te gusta Colombia? lárgate de ella", no me gusta, como puede que no me
gusten otros países, sentirme orgulloso de su gente menos, nosotros que salimos
a alzarnos en vergüenzas y a manchar aún más el puerco nombre de esta nación
orgullosa de sus desnudeces y vergüenzas, que eso se lo digan a quienes tienen
dinero, a la Shakira orgullosa que viene de vez en cuando, al Juanes que no
aparece por aquí, y a tantos otros compatriotas, al tatareto de "James papacito"
que creyó que podía conducir borracho como en estas tierras, este territorio no
tiene más valor que Brasil, México o Guatemala, ni es superior, ni inferior, yo
soy patriota de la vida, amo mi vida, patriota del amor, patriota del placer,
de la bondad, y de la conciencia, me siento orgulloso de lo que estas manos
puedan hacer, de lo que una mujer sola con cuatro hijos pudo hacer para
sacarlos adelante, de ver que a pesar de la marea de la estupidez haya
gente que se esfuerce tanto por hacer las cosas bien, de resto, no tengo
orgullo por una bandera, un escudo, una patria o cualquier otra cosa que en sí,
no significa nada a lo sumo.
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