Como de costumbre, la mirada decepcionada no se me quita, pero
¿porque habría de esperar algo?
Yo creo que
aquellos expertos que dijeron que la violencia no es inherente en los seres
humanos estaba un poco, muy demasiado, en exceso errado, la redundancia aquí es
justa y necesaria, tales conocedores de la conducta debieron haber obviado lo
que se llaman hechos.
No es necesario
despegarse de la pantalla de un computador para verlo, las expresiones de odio
bullen, ¿qué cornearon a un joven torero y quedó grabado en video? fue algo
cruel, horrible de ver, y angustioso al ver como moría, pero hay gente que
"se alegra", que le desea la muerte a la familia del torero y que se
burla como si fuera solo un capítulo de una novela, perdón, pero ¡¡QUE MIERDA!!
o sea, quienes son estos adalides de la justicia que pueden reír de la muerte
de este bastardo torero, en lo particular y con singular desprecio rechazo la
tauromaquia, pero sin pensarlo, derramé lágrimas al ver la horrenda muerte de
la persona, del ser humano, del hijo, del padre, del esposo, de alguien que era
igual a nosotros.
Esas
demostraciones de ira no me son ajenas, el deseo de ver muerto a alguien, en
eso soy como todos, cuando linchan a un ladrón, recuerdo con rabia las veces
que me han robado, cuando he sabido noticias de gente asesinada por un celular,
o por la plata de su trabajo, y entonces yo también quisiera ver muerto
al ladrón, contrariado pienso "¿qué le estamos pidiendo a los
hombres?" no será acaso que le pedimos a las ballenas que vuelen, o a los
leones volverse vegetariano, a Donald Trump convertirse al islam, al islam
volverse tolerante, y a los franceses a dejar de ser tan desagradables y dejar
de creerse superiores.
¿Le pedimos al
hombre que no levante su mano cuando se siente amenazado? que no estalle en
ira, que se controle cuando abusen de él, que sepa comunicarse con los demás,
así ellos sean abusivos, que ponga la queja ante sus superiores, así ellos no
hagan nada, yo me he visto furioso gritando a policías "hijos de puta,
vayan a trabajar de verdad" cuando llevan casi arrastrado al señor que
vende aguacates, o al que comercia con naranjas que no conoce lo que es pensión
ni régimen de salud, siento que me hierve una sed de justicia que en muchas
ocasiones se sale de lo racional, salta la barrera de mi dialogo interno y se
dispara.
Que horizontes se
pueden tomar si se ve que cuando las civilizaciones alcanzan la paz, los
violentos las atacan y destruyen, violan a sus mujeres, estrujan a sus niños,
se inmolan con cientos de inocentes, si la bala hiere más al inocente que al
criminal, si los gendarmes persiguen al hombre de bien común, y no están
pendientes de aquellos que procuran el daño ajeno...
Cuando los ánimos
caldean, cuando la violencia es un común denominador de los hogares, cuando los
estudiantes no se detienen frente al dialogo ni las palabras edificantes,
cuando hay que recurrir a las vías de hecho, al código, a la norma, a la sanción,
a la pena.
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