jueves, 13 de marzo de 2014

Ningún parecido a la realidad…


Óigalo Usted dizque hablando mal de nuestro benemérito doctor Ureña, si él es el alma de la patria el espíritu del nacionalismo puro, egregia imagen de la justicia, prócer sacro de los pobres y los indefensos, usted debe ser uno de esos insurgentes de fusil en mano, o de esos intelectuales nerviosos que no puede dejar el café, que tienen un trabajo miserable y viven con sus mamas y papas, esos de suéter de colores y gafas con montura retorcida, que no tienen ni puta idea lo que es el país, pero si yo he visto lo que era la violencia en el campo, antes todos nos encerrábamos a las 5 de la tarde, porque robaban de lo lindo, Cuando el doctor Ureña llego, todos se fueron, sí, eso sí, a las ciudades, a seguir en las mismas, pero no están jodiendo aquí, donde queremos trabajar, donde no hay agua potable, ni llega señal de ningún otro canal más que los nacionales, que nos dicen que vamos para adelante que nos la pelamos, que el índice de pobreza se redujo, que el índice de violencia también, y que aquí somos la gente más feliz del mundo, tanto así, que en los hospitales ya no vamos si no es para morirnos.

Déjeme preguntarle una cosa su merced, que se despierta con un despertador mecánico, y no como yo, que me despierta el gallo a las 3 de la mañana ¿usted si sabe por lo menos que es vivir en este campo? Donde no hay plata, nosotros trabajamos meses la tierra sin ver un peso, y cuando llegamos y montamos nuestra mercancía al camión, a ese hay que ponerle peajes y gasolina, ¿sabe cuánto nos pagan? Lo que se les da la gana, nos dan en la nuca patrón, si es que la tierra es nuestra, tenemos que pagar al patrón, al camionero, la gasolina, los peajes, hay que comprar fertilizantes, pesticidas, y al final lo que queda para los chiquitos es muy poco, nadie vive con eso patrón,  ese nuevo presidente es una mierda, quiere volver a hablar con la guerrilla, no se ha preocupado por nosotros, y nos ha hundido el puñal con sus tratados comerciales, ese lo que es, es un hijo de la… porque nos dio gratuidad escolar, y está en diálogos con esos bandidos de la guerrilla cree que ya alcanzaremos la paz. Ahora no solo tenemos que regalar lo que tenemos en la tierrita, sino que vienen otros, los extranjeros, y venden más barato que nosotros, pero ellos tienen maquinas, químicos, subsidio del gobierno, años luz en investigación en el agro su merced, aquí los campesinos somos unos pobres arrastrados, esto de que nos revienten la jeta jamás hubiera pasado con el doctor Ureña. Por eso creemos en el cómo en el mismísimo Dios eterno y verdadero.

Ustedes los de la ciudad  que vienen aquí a contaminarnos con su ateísmo asqueroso, peligroso, le meten ideas a los niños de que el gobierno está mal y los quiere tener más brutos, sin oportunidades, para que nos tengan como mendigos, y agradezcamos cada migaja de pan que nos dan, ellos, no quieren labrar la tierra, no se quieren ensuciar, quieren tener manos delicadas y finas como la de los doctores de la grandes urbes, pero es que nosotros tenemos las manos pa dar garrote y machete, pa bolear azadón, para convertir los lugares secos en jardines de frutos maduros,  todos esos bandidos que nos estaban haciendo la vida imposible, se fueron, ¿entienden eso? Se fueron, y no jodieron más aquí, que nos importa a nosotros si se van a la ciudad a matar y a asesinar, a secuestrar, a cercenar, y a cometer peores horrores, aquí estamos tranquilos, pobres, jodidos, sin oportunidades, pero tranquilos, así digan ustedes que nosotros estamos atrasados, porque no nos importa estudiar, y al hijo nuestro que jode con ese cuento, le decimos que no hay plata para esa joda, sino mire a ese profesor suyo, que se jodió toda la vida estudiando, y se gana casi lo mismo que nosotros, ese zángano no hace más que leer y escribir, esos lo que son es una manada de zánganos desagradecidos que el doctor Ureña debería reventarles la jeta con una motosierra bien afilada, y darles una patada en el culo, que el que no quiera este país, que lo sepulten en él.

Si hay que ver lo que nos dicen los noticieros, y los noticieros no mienten, tantas gente sinvergüenza, yo me levanto, prendo el televisor, veo todo lo que pasa, y agradezco poder tener que hacer, mientras otros tantos mueren de hambre, aquí no hay carreteras, aquí hay caminos de trocha, aquí no hay agua potable, aquí toca hervirla o nos matan los bichos, porque los cerdos y las vacas se nos cagan en el agua, aquí no llega el servicio médico, dicen que el doctor Ureña fue el culpable, nunca me acuerdo que haya llegado, aquí no hay estudio, y nunca nos importó que hubiera,  aquí hay rumba, fiesta, trago, mujeres buenas y bonitas, vienen los jefes y nos ponen guacales de cerveza y whisky, y somos felices por un día, porque la vida es eso hijuepuerca, un cochino día, no importa si nuestros hijos mueren de hambre o enloquecen, nuestro señor misericordioso espera al otro lado para darnos premio por tanto sufrimiento, y darle a los ricos su merecido por ser tan ratas con nosotros.

Yo tengo un tío loquito de esquizofrenia, tembloroso, flacuchento, recogido en un catre del que nunca sale, se masturba todo el día, y vive hablando de sus dioses, e insensateces que nadies entiende, lo llevamos que día adonde los gnósticos, allí lo dejaron como nuevo, pero cada rato le vuelven los demonios y lo atormentan, la mujer no quiere que lo volvamos a ver nunca, quiere que lo dejemos morir en paz, no quiere llevarlo al psiquiatra, dice que solo lo deja embobado, nosotros no entendemos que le paso a mi tío, era un médico de esos, curandero, que nos daba hierbas para curar los males porque la plata no nos alcanzaba para pagar esos médicos de las clínicas, tan caros, que mandan y mandan pastas caras, y que ni siquiera lo miran a uno a los ojos, aquí nos defendemos como podemos, la fe es la que nos mantiene vivos, por purita fe vivimos, y no hay nada más que nos sostenga.

Ya se vienen elecciones, y yo quiero una casa donde meter la cabeza, porque el rancho se nos cae, y no hay plata para repararlo, el concejal del pueblo nos prometió tejas y ladrillos, nosotros todos vamos a votar por él, porque el ultimo que nos prometió, no llego con nada, es que aquí uno trabaja para que otros lo roben, y lo que uno se gana toca lucharlo muy duro, aquí todo lo del pobre es robado, prestado, hipotecado, sacado gota a gota, o pagado a cuotas de sesenta meses o más. Pero lo que si se es que ese doctor vuelve a arreglarnos el país. Ese es un santo.



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